Dedicarse a la cultura.
Que decisión la nuestra.
Como diría
un profesor que tuve en Bellas Artes, “aquí estamos lo mejor de cada casa”.
Los
que nos hemos atrevido a apostar por lo que de verdad nos gusta.
Lo que nos
motiva.
Lo que esperamos que pueda ser nuestra profesión, con trabajo y
perseverancia.
Aunque no las tengamos todas con nosotros.
Nos encontramos en un momento de cambio. Momento difícil
para los que estamos empezando en esto. Yo tengo la suerte de poder trabajar en
un museo. Al menos veo cuadros de vez en cuando. A la par, lo combino con el
master de Gestión Cultural de la Universitat Oberta de Catalunya. Sí, a
distancia.
¡Cuántas cosas nos ofrece la red!
Y sobre esto nos ha hecho reflexionar mucho hoy
@maria_sanchez_ con su twitcam.
Yo, adicta a Internet desde tiempos inmemorables, he pasado
por Messenger, por fotolog, por Facebook, y ahora volcada en Twitter.
Aunque parezca extraño (y muchos de mis conocidos no acaban
de entender), Twitter me ha brindado la opción de conocer (seguir y ser
seguida) por mucha gente relacionada con el mundo de la cultura, la gestión
cultural, los museos, etc. A través de estos nuevos lazos de información que
nos brinda la web 2.0. nacen ideas y
propuestas como puede ser #cultura18, hashtag que se utiliza los lunes a
las 18h para debatir sobre cultura en relación a “X” tema previamente anunciado,
y que me tiene enganchadísima. Siempre surgen temas y aspectos sobre los cuales
reflexionar durante y después del debate. Nuevas aportaciones y punto des de
vista, sin duda enriquecedores.
Yo, visitante empedernida de museos, me gusta ver además
como estos se adaptan y evolucionan al ritmo de las nuevas tecnologías. Ya no
solo disponemos de su página web, podemos dialogar con ellos, opinar y ser
respondidos. Aún hay rezagados que no se suben al carro del 2.0. pero todo se
andará.
Estoy segura.
A veces se quiere proteger demasiado el concepto “museo”
como continente hermético de saber donde lo que hay es lo que está y el
visitante es un mero espectador. Si la sociedad evoluciona, el museo (y la
cultura) ha de hacerlo al mismo ritmo, o se queda atrás. Estimular la participación
estimularía el acercamiento.
Continuamos...