En las bases del nuevo plan de museos [1] se destaca como un
punto fuerte, el hecho de trabajar con el objetivo de incrementar notablemente
el público visitante. Se pretende
potenciar los activos del patrimonio cultural como motor económico de Cataluña.
Aspecto nada sorprendente, si tenemos en cuenta que la industria cultural, en su totalidad (Patrimonio,
Archivos y bibliotecas, Libros y prensa, Artes plásticas, Artes
escénicas y Audiovisual, entre otros) aporta entorno al 3% del PIB
español. [2]
Pero este aspecto,
¿qué quiere decir exactamente? ¿augmentar el número de visitantes es realmente
una propuesta positiva, si no es económicamente hablando?
En los grandes
equipamientos, la experiencia cultural queda realmente mermada para los que
buscan la vinculación con la obra, cuando han de compartir la sala con
demasiada gente. Poca visibilidad, movimiento, ruido, temperatura, flashes,
explicaciones para grupos o empujones, son algunos de los motivos que pueden
causar que una visita a un museo se convierta en algo desagradable.
Por lo tanto, ¿ha de
primar la rentabilidad que podemos sacar de ellos? ¿O por el contrario, valorar
y potenciar la experiencia museística como una actividad de aprendizaje en un
espacio de educación y reflexión?
Soy de las que piensa
que en este sentido, es más importante calidad que cantidad. Para ver según que
museo de según qué manera, podemos aprovechar los nuevos recursos que estos nos
brindan a través de, por ejemplo, la digitalización de su fondo y la
posibilidad de consulta a través de la red.
Saludos, Sara.
[1] http://premsa.gencat.cat/pres_fsvp/docs/2012/03/07/14/53/0c248396-731f-473e-b40e-2db2396498d3.pdf
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